viernes, 9 de mayo de 2008
Eduardo Ferro, maestro del humor
La cita fue en la Feria del Libro 2008, en el Salón para la Lectura del mencionado complejo cultural. Organizada por el Museo del Dibujo y la Ilustración (MUDI), tuvo lugar una exposición de ilustraciones del maestro Eduardo Ferro (en la foto, de izq. a der., Ferro y Armando Fernández)
Para los que peinan canas, está el recuerdo de aquellos personajes humorísticos que creara para el diario La Razón y las revistas Patoruzú y Patoruzito y tantas otras publicaciones que hicieron las delicias de millones de lectores.
Allí están sus adorables muñecos, Langostino y su inseparable barquito Corina, el buzo Chapaleo, Bólido, el Fantasma Benito, Cara de Ángel, Pandora, etc.
Por décadas, estos personajes concitaron la atención de sus seguidores. Prueba de esto fue la gran cantidad de admiradores que asistieron a su charla. Ferro estuvo acompañado por su hija Cecilia, museóloga de profesión, y por otro talento del humor argentino, el dibujante Carlos Garaycochea.
Dialogué con Ferro y me dijo "Hay muchas definiciones sobre el humor. La mía es la siguiente, el humor sale si lo tenés y si no lo tenés, no sale. Todos aprendemos de maestros, yo también aprendí, porque alguna vez también fui un pibe lleno de ilusiones, caminando por las editoriales, con mi carpeta de dibujos bajo el brazo, siempre trabajando con una sola meta: hacer reír. Lo mío es el humor sano, sin chabacanería ni dobleces. El humor que todos pueden entender y del que podemos reírnos sanamente".
Gracias, maestro, por todo lo que nos dio.
En la misma oportunidad, junto con mi primer editor, Andrés Cascioli, mientras fue director de la revista Casco de Acero. Me dibujó la segunda historieta de mi larga carrera profesional, una de cowboys. Al lado, el maestro Ferro por Cascioli.
Para los que peinan canas, está el recuerdo de aquellos personajes humorísticos que creara para el diario La Razón y las revistas Patoruzú y Patoruzito y tantas otras publicaciones que hicieron las delicias de millones de lectores.
Allí están sus adorables muñecos, Langostino y su inseparable barquito Corina, el buzo Chapaleo, Bólido, el Fantasma Benito, Cara de Ángel, Pandora, etc.
Por décadas, estos personajes concitaron la atención de sus seguidores. Prueba de esto fue la gran cantidad de admiradores que asistieron a su charla. Ferro estuvo acompañado por su hija Cecilia, museóloga de profesión, y por otro talento del humor argentino, el dibujante Carlos Garaycochea.
Dialogué con Ferro y me dijo "Hay muchas definiciones sobre el humor. La mía es la siguiente, el humor sale si lo tenés y si no lo tenés, no sale. Todos aprendemos de maestros, yo también aprendí, porque alguna vez también fui un pibe lleno de ilusiones, caminando por las editoriales, con mi carpeta de dibujos bajo el brazo, siempre trabajando con una sola meta: hacer reír. Lo mío es el humor sano, sin chabacanería ni dobleces. El humor que todos pueden entender y del que podemos reírnos sanamente".
Gracias, maestro, por todo lo que nos dio.
En la misma oportunidad, junto con mi primer editor, Andrés Cascioli, mientras fue director de la revista Casco de Acero. Me dibujó la segunda historieta de mi larga carrera profesional, una de cowboys. Al lado, el maestro Ferro por Cascioli.
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