lunes, 30 de abril de 2007

El reportaje del mes: Francisco Solano López - "De aquí a la eternidad..." A 50 años de la aparición de El Eternauta (4 de setiembre de 1957)

Francisco Solano López (argentino, 70 años, cinco hijos) recibe a SOLDADOS. Si su apellido nos remite al recuerdo de la guerra de la Triple Alianza no es una mera casualidad. Su bisabuelo Venancio fue hermano menor del mariscal Solano López, jefe del Paraguay, cuyos ejércitos enfrentaron a las fuerzas combinadas de Argentina, Brasil y Uruguay en uno de los conflictos que, como tantos otros, derramó desgraciadamente la generosa sangre latinoamericana.
Su abuelo, don Carlos Antonio López estudió en la Escuela Naval fundada por Sarmiento y en 1870 su bisabuela llegó a Buenos Aires con sus tres hijos; desde entonces la familia se radicó en la Argentina. Solano, quien nos convoca en esta oportunidad, vio la luz frente al hospital de Clínicas allá por 1928 y también ostenta un pasado relacionado con lo militar ya que en 1942 a la edad de trece años integró los cuadros del Liceo General San Martín hasta el año 45.
De esa época conserva entrañables amistades con antiguos condiscípulos que lo llevan a reunirse tres o cuatro veces al año o participar de comidas de camaradería. De allí le viene el gusto y el detallismo por las armas, uniformes y vehículos militares que ha plasmado reiteradamente en el papel a lo largo de su extensa y prolífica carrera de dibujante.
Porque eso es Solano López, dibujante con mayúsculas y nada menos que el creador gráfico de El Eternauta, la más celebre historieta de ciencia ficción pergeñada por estos lados y que lograra también el reconocimiento internacional. Editada inicialmente en la mítica Hora Cero semanal, en los años 1957-59 fue objeto de sucesivas reediciones que la hicieron conocer a nuevas generaciones hasta llegar a nuestros días.
Y aquí pasamos a recordar brevemente su historia...

El Eternauta


En una noche invernal, en la calidez de su chalet de Vicente López, Juan Salvo, el héroe central del relato está jugando una partida de truco con sus amigos mientras su esposa y su hija descansan en el primer piso de la vivienda.
Afuera todo es quietud pero ya la muerte está descendiendo del cielo, que silenciosa tiene la forma de diminutos copos fosforecentes que matan la vida a su contacto.
Una misteriosa nevada cae sobre Buenos Aires y lo convierte en un páramo fantasmagórico.
Por estar herméticamente protegido su hogar, Salvo y los suyos sobreviven y se convierten, como otros pocos, en "robinsones" perdidos en un océano de devastación. El posterior peregrinar de Juan Salvo por las calles porteñas nos remiten a imágenes tan reconocibles como dolientes y aquí vale la pena detenerse en la labor de Solano López.



Sus dibujos tienen la portentosa cualidad de "estar vivos" tanto en las expresiones de sus protagonistas como en las escenas de acción. Prosiguiendo con el hilo del relato, lo que en principio se supone un desastre ecológico es simplemente el prólogo de una invasión extraterrestre. Y Buenos Aires, una de las "cabezas de playa" de esa invasión. La lucha contra los "cascarudos" en el estadio de River Plate, la aparición de los "manos", espeluznantes personajes que parecen ser los líderes de la invasión y sólo resultan una súper raza de esclavos. Y la presencia intangible e inhumana de los misteriosos "Ellos" pueblan de una imaginería atrapante los vericuetos de la narración de Oesterheld. Pero más allá de todos estos elementos lo que resalta en Juan Salvo, el eternauta, es su viva humanidad, su abnegado coraje que encarna en él lo mejor de la especie humana que se resiste a darse por vencida cuando aún otras razas más evolucionadas han caído ya bajo el yugo de los "Ellos". Esta humanidad del personaje desaparece en las secuelas siguientes lo que hace de ellas productos inferiores y perfectamente olvidables para quienes las hemos leído. Debido a ello la primera parte de El Eternauta es la que perdura en el recuerdo. En palabras de su creador gráfico El Eternauta es... "el drama de un hombre común enfrentado a una tragedia múltiple...".

El artista


La producción artística de Solano López iniciada en Editorial Columba a la edad de 23 años comienza a ser prolífica (ver recuadro) y para quienes, en calidad de lectores hemos seguido su obra sabemos que en su haber cuenta con elogiables ejemplos de historietas de guerra. Baste citar la célebre Amapola Negra que relata las treinta y seis misiones llevadas a cabo por un B-17 durante la Segunda Guerra Mundial, o los episodios de Ernie Pike, corresponsal de guerra y los suplementos de Batallas Inolvidables editados por Frontera.



El diálogo con el artista ha sido jugoso a todas luces pero el tiempo, ya se sabe, es tirano. Antes de retirarnos y como frutilla del postre, el maestro Solano nos revela una primicia: el regreso de El Eternauta en una tira diaria ofrecida a un importante medio porteño. La nueva versión con guiones de Pol (Pablo Maiztegui), joven y brillante artista, es atrapante pero, nobleza obliga, hemos prometido guardar silencio a Solano sobre su contenido que desde ya descontamos, fascinará a todos.


En el umbral del tercer milenio, este infatigable creador que ha visto su obra publicada asiduamente en Estados Unidos y Europa sigue firme en la brecha empleando la última palabra en computación e impresión digital para lograr efectos maravillosos en sus imágenes como ya se viera en Eternauta - El Mundo Arrepentido distribuida en todo el país y de reciente aparición en Buenos Aires.


Alerta entonces... Juan Salvo, el eternauta, ya está pronto a deleitarnos con sus nuevas aventuras... intemporales.



Ficción y realidad

En El Eternauta la ficción se emparenta con la realidad. Cuando la terrible invasión desatada por los "Ellos" cae sobre Buenos Aires y los dispersos sobrevivientes se debaten en el caos y la anarquía, aparece en escena un elemento disciplinado y organizador que, aglutinándolos, presenta batalla al invasor y logra vencerlo en el inolvidabale "Combate de River Plate". Este elemento no es otro que el Ejército Argentino. Y enrolado en la milicia, Juan Salvo llega por su valor y aptitudes a ostenta el grado de teniente...
Ya sabemos que en crisis desatadas por el descontrol de la naturaleza (tornados, inundaciones, etc.) nuestros hombres de armas no vacilan en entregar medios y esfuerzos en ayuda de la población en emergencia. El Eternauta reflejó en su ficción y admirablemente esta realidad...


Gentileza Revista Soldados, Año IV Nº 45, Agosto 1999.

domingo, 15 de abril de 2007

Cuento: Oscuridad Eterna (de la Antología "Cuentos Cortos de Terror", Editorial Cadan, Buenos Aires 2006) Certamen Metrovías, Mención de honor

Los pequeños hámsters blancos se movían nerviosamente dentro de su jaula. Ricardo Lemos les dio una mirada distraída y murmuró:
-Sí, es verdad que mi abuelo Gervasio trabajó en las obras del subterráneo que unieron Plaza de Mayo con Plaza Miserere allá por 1911…
Mientras decía esto, se maldecía por haber aceptado recibir a aquel periodista del diario La Razón llamado Gómez en la intimidad de su atelier de pintura ubicado en el barrio de San Telmo.
-Hay poca luz aquí. ¿No le molesta para pintar? –preguntó el recién llegado mientras el chispazo de un encendedor le iluminaba el rostro. De sus labios sonrientes colgaba un cigarrillo.
-Mire, le voy a ser franco. Creí que esta entrevista tenía que ver con la sección arte de su periódico. Y lo que ha hecho hasta ahora es interesarse sobre cuando mi abuelo cavaba túneles durante la construcción del subterráneo de la línea “A”. De modo que si me explica…
-Supongo que eso debo hacer. He realizado una larga investigación… El 2 de diciembre de 1913, con cinco meses de retraso fue inaugurado el primer tramo de la línea “A”. Y fue porque ocurrió algo extraño. ¿Sabe? Algo que la compañía Anglo Argentina se ocupó de ocultar bien. Hubo un derrumbe en las galerías y veinte trabajadores quedaron atrapados. Sólo hubo dos sobrevivientes… su abuelo Gervasio fue uno de ellos. En serio que está oscuro en su atelier. ¿No debería encender la luz, amigo Lemos?
-Veo perfectamente, Gómez.
-A eso le llaman nictalopía, ¿no? Como los gatos que ven perfectamente de noche… bueno, no quiero aburrirlo. Cuando, una semana después, los socorristas consiguieron abrirse paso en los túneles y llegar hasta los desdichados, realmente no pensaban encontrar a nadie vivo… Pero el asunto es que se toparon con cadáveres mutilados… parcialmente devorados y como le dije, dos sobrevivientes medio locos que contaban algo descabellado sobre una legión de seres deformes… unas cosas repugnantes que habitaban el submundo y aparecieron allí para darse un banquete con los pobres diablos…
El sol se había retirado y la buhardilla de vidrio estaba completamente en sombras. Ahora, las pupilas de Ricardo Lemos brillaban rojizamente en la oscuridad.
-Parece que a esos dos que se salvaron, también les hincaron los colmillos y les quitaron unos pedazos de carne antes de marcharse, pero no los devoraron, seguramente porque ya se habrían dado el gran atracón. El caso es que esas mordidas debieron inocularles algo, un virus, algo así, no sé… Su abuelo se dedicó después a cazar ratas y las comía crudas, ya no aceptaba otra cosa, excepto algún gato o perro si se le ponía a tiro. Y lo mismo pasó después con su padre. Por lo que averigüé, ambos se dejaron morir de hambre en el manicomio cuando no les permitieron esa clase de dieta. ¿No?
-Parece que usted sabe bastantes cosas sobre mi familia –Lemos era una acechante sombra de pupilas rojizas agazapada entre las tinieblas.
Gómez dio un paso hacia la jaula donde correteaban los hámsters y los animalitos dieron saltos frenéticos en su prisión.
-Pero claro, ratas, perros y gatos son menú para vagabundos y menesterosos. Hay carne joven y fresca caminando por las calles de esta ciudad. Mucha de ella, indefensa y tierna. Es relativamente fácil cazarlos. Yo, al menos, he optado por ese menú.
Ahora también los ojos de Gómez brillaban rojizamente en la oscuridad.
-¿Quién es usted? –La voz de Lemos tenía filos inseguros.
-Mi abuelo fue el otro sobreviviente aquel derrumbe. El virus, o la maldita cosa que sea, infesta nuestra sangre y nos despierta ese tipo de apetito. Cosas de la genética, supongo.
Hubo un largo, tenso silencio y Gómez murmuró con un suspiro.
-Me place saber que no soy el único de esa especie que camina bajo el sol porteño.
Entonces, los pequeños ratones blancos que estaban dentro de la jaula, víctimas del pánico, comenzaron a chillar desaforadamente.

Noticias del mes de abril: La Historia en historietas - A 25 años de la Guerra de Malvinas

El pasado 4 de abril en el Colegio Salesiano de Don Bosco, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tuvo lugar la presentación de la Primera Exposición de Historieta Nacional sobre la Guerra de Malvinas. En tal ocasión y contando con la presencia de más de quinientos alumnos del ciclo secundario de la institución tuvo lugar la referida muestra denominada “La Historia en historietas - a 25 años de la Guerra de Malvinas”.


Fue un completo éxito y una grata sorpresa para los jóvenes que pudieron contemplar en imágenes de tinta china numerosos episodios de la guerra por la recuperación de nuestras islas. Los periodistas Chacho Rodríguez Muñoz y Luis Garasino brindaron una visión profesional desde la óptica de la prensa de aquellos días de batalla mientras que Armando Fernández, presentador de la muestra de historietas, se puso a disposición de los jóvenes estudiantes para contestar sus numerosas preguntas sobre el despliegue de imágenes ofrecido.


“La historieta es un excelente medio para recrear en imágenes episodios de nuestra historia. Existen pocas (y repetidas hasta el hartazgo) imágenes filmadas y fotografías de lo que ocurrió en las islas en 1982. También la filmografía de ficción nacional es bastante escasa, por eso creo que ésta es una contribución para ampliar el campo de interés sobre quienes combatieron por la causa de la soberanía nacional”, expresó Fernández. "Es mi intención exhibir esta muestra en cualquier lugar o institución que lo solicite", concluyó el guionista bajo un cerrado aplauso de los jóvenes que se dieron cita en el gran salón auditorio del Colegio Don Bosco.

Algunas de las páginas exhibidas en la muestra: (de izquierda a derecha y de arriba a abajo) "El último verano", ilustrado por Sergio Ibáñez, "MAG", por Solano López, "Su primer alumno", por Néstor Olivera, "Soldados de Blanco", por M. Castro Rodríguez.


sábado, 14 de abril de 2007

Biografía

El comienzo

Armando Fernández, nacido en la ciudad de Buenos Aires y autor de miles de guiones de historieta, publicó su primer guión profesional en 1959, a la edad de catorce años, en la revista Casco de Acero, que por entonces dirigía Andrés Cascioli, más tarde célebre creador de Humor quien le llegó a dibujar un guión de “western”, El honor de un renegado.

Creó su primer personaje, Capitán Siglos, con dibujos de Angel “Lito” Fernández, en la Telemanía de los hermanos Sesarego. De allí pasó a las revistas X-9 y Bala de Plata, de Editorial Nómina, bajo la dirección de Fabián Paley.

En 1965 arribó a Editorial Columba en donde colaboraría hasta el cierre de la misma a mediados del 2000. Como curiosidad, su primer guión allí fue dibujado por una de las pocas ilustradoras de historietas nacionales, la señora Martha Barnes.

Luego de guionar numerosas historias unitarias creó su primer personaje en esa editorial, Argón, el Justiciero, cuyo primer episodio “Quince monedas de oro”, fue dibujado por Mulko y continuado por el dibujante Enrique Villagrán bajo el seudónimo de Gómez Sierra.

A este primer personaje le seguirían Kabul de Bengala, que ilustró Horacio Altuna y Tres por la ley, con dibujos de Rubén Marchionne. Estos tres personajes fueron luego asumidos por el gran maestro H. G. Oestherheld cuando éste llegó a la Editorial Columba, siendo el único caso que el más grande guionista de historietas nacionales continuó personajes pertenecientes a otro guionista.

La lista de personajes creados por Armando Fernández es larga, pero aquí van algunos. Shane, con Alberto Saichann y luego Alberto Caliva, Mayra Kelly, con Alfredo Falugi y Daniel Haupt, Yuma, con Daniel Haupt, El Sobreviviente, El Hitita, Hércules, En tiempos de Salomón y Odisea Marciana, con dibujos de Lucho Olivera, Talia Shyre, con Caliva, Cazador de Hombres y Halcón Negro, con Lito Fernández, Caribe King, con Ramiro Bujeiro, Los Temerarios con Diego Navarro, Rey David con Basile, XX y El Imperio de las Tinieblas con Sergio Ibáñez, Camaleón Wayne y El Anticuario con Luis Piana, Wotan con Víctor Toppi, Ciborg, con Rubén Meriggi, John Cronos, Harper y Norton, Rodwin de las Galias con Miguel Castro Rodríguez, etc. Entre sus miniseries y adaptaciones para la editorial realizó La Usurpadora, con Carlos Vogt, La Enemiga, con Martha Barnes, Teenagers, con Laura Gulino, No me pidas perdón, con Lito Fernández, Moby Dick y Papillón con Carlos Pedrazzini, Motín a Bordo con Mangiarotti, Miguel Strogoff, el correo secreto del Zar y El Estepario con Roberto Formento, entre muchas otras.

Personajes y series de otros guionistas

También le tocó redactar aventuras de personajes pertenecientes a otros guionistas. Tal fue el caso de El Cabo Savino de Julio Álvarez Cao y Ronstadt, Wolf, Savarese, Gilgamesh, Aquí La Legión, Nippur de Lagash, Los Aventureros, Los Amigos, Dax, Helena, Troels, etc., pertenecientes al guionista Robin Wood.

Guiones para la Eura Editoriale de Italia, el Ejército Argentino y la Escuela de Náutica de la Armada Nacional

Centenares de guiones unitarios para la Eura Editoriale de Italia fueron escritos por Armando Fernández, asimismo la primera parte de su serie John Cronos se publicó en LancioStory. Para el Ejército Argentino realizó los guiones de los Cuadernos de la revista Soldados, que relata en el lenguaje de la historieta algunas emblemáticas batallas argentinas, desde la Segunda Invasión Inglesa hasta el combate de Monte Longdon, durante la guerra de las Malvinas. Para la escuela de Náutica de la Armada Nacional realizó en 2006 el guión de la historieta ¡Al Grito de Santiago! sobre la actuación del Tercio de Galicia en la invasión inglesa de 1807. También en 1997 publicó un volumen en historieta titulado “A quince años de Malvinas” sobre episodios de la guerra en el Atlántico Sur.

Libros publicados






En Editorial Columba publicó un volumen de cuentos románticos “5 minutos de amor” y por medio de la participación en un concurso literario de la editorial El Quijote obtuvo un tercer premio y la publicación de su primera novela “Carta a un soldado de Malvinas” que tuvo dos ediciones. Para la editorial De los Cuatro Vientos publicó Argies! (Malvinas como nunca se contó) y el volumen de cuentos policiales Secuestro Express. El cuento de terror "El horroroso perro gris" integró la Antología de escritores y poetas 2005 de la misma editorial. Es coautor de los libros Malvinas, 20 años, 20 héroes, Así peleamos Malvinas y Malvinas una historia de soberanía, editados por la Fundación Soldados del Ejército Argentino. Para la Escuela de Náutica de la Armada, realizó el álbum de historieta "Al grito de Santiago", sobre el desempeño del Tercio de Galicia en la Segunda Invasión Inglesa. Asimismo en el concurso sobre cuentos de terror organizado por Metrovías en 2006 obtuvo mención de honor por su cuento “Oscuridad Eterna”.








Numerosos proyectos (algunos de ellos terminados y algunos prontos a aparecer) figuran en las inquietudes de este creador.